El pasado día 26 de abril nos reunimos con un doble motivo: el primero realizar una visita al nuevo Museo Carmen Thyssen de Málaga, y el segundo, celebrar nuestra comida mensual.
A las 12 de la mañana, un grupo mayoritario de nuestros compañeros estaba concentrado a las puertas del museo, en las que nos esperaba nuestro amigo y compañero José María Gómez Aracil , que nos introdujo en el edificio.
En primer lugar, nuestro amigo, con la expresiva claridad que le caracteriza, nos explicó el proceso de restauración realizado en el Palacio de Villalón, para su adaptación a museo. La información muy detallada, incluyó la información sobre las excavaciones arqueológicas realizadas, así como el complejo proceso de rehabilitación de los exquisitos artesonados que existen en zonas nobles del edificio. Las reformas y edificaciones ejecutadas manifiestan una reconocida elegancia, así como un acertado equilibrio ente las partes originales del edificio, y las nuevas dependencias.
Una vez terminada esta primera parte de la visita, nos dividimos en dos grupos cada uno dirigido por un licenciado en Arte, que nos explicaron con gran detalle la colección de Pintura Española del siglo XIX, expuesta en el museo. Desde el realismo romántico, expuesto en la planta baja del edificio, pasamos al realismo preciosista, de la primera planta, para terminar en las grandes firmas del impresionismo y luminismo español de finales del siglo XIX, en la última planta. Por último: admiramos la muestra del Barroco español, situada en la primera planta, colección en la que destaca una obra de Zurbarán, junto a unos pequeños cuadros de Jerónimo Ezquerra, de tema religioso, al que complementan unas esculturas de bulto redondo de un Cristo gótico, una Virgen de la misma época y unos ángeles de terracota esmaltada, procedentes del taller de Della Robbia.
Una vez finalizada la visita, y con el buen estado de ánimo que deja en nuestros corazones, una implantación museística de esta categoría en Málaga, así como el delicado trato que nos ofrecieron en el museo; después de la visita nos fuimos a celebrar nuestra comida mensual.
En el restaurante, de nombre ALEA, sito en calle Fajardo nº 11 nos reunimos a degustar su elaborada cocina.
Nuestro anfitrión: Juan Manuel Robledo Valle, supo coordinar la visita con la comida. El restaurante es un viejo molino de Málaga, situado en el interior de la antigua muralla, y fue la primera panadería instalada en Málaga después de la Reconquista por los Reyes Católicos.
En esta ocasión celebramos la incorporación de los siguientes compañeros del Colegio: Jacinto Ruíz del Portal, Juan Denis Zambrana , José María Faz Gómez , así como Clemente Blázquez. Alguno de los nuevos invitados intervinieron contando anécdotas de nuestra niñez.
A los postres se incorporó nuestro querido compañero: Francisco de la Torre Prados, que hizo un hueco en su agenda, para departir un rato con sus compañeros de colegio.
En el acto intervino nuestro entrañable amigo Paco González Jaén, que nos leyó un artículo humorístico denominado: “RELATO COSTUMBRISTA”, que hizo las delicias de todos, posteriormente nuestro querido amigo Paco Velasco, con su fino humor nos contó su cercana intervención quirúrgica, con ese estilo casi poético con el que se expresa. Celebramos su recuperación. Juan Gálvez intervino con sus chistes, y finalmente nos dirigió la palabra nuestro amigo Paco de la Torre, que nos exhortó como siempre a dedicar parte de nuestra experiencia a los demás.
En concreto una jornada completa y satisfactoria que quedará en nuestro recuerdo.
Por último felicitar a nuestro anfitrión por su trabajo, así como la callada labor de Eugenio Vargas-Machuca que hace posible que permanezca nuestra memoria gráfica. El artículo de Francisco González Jaén, ya se encuentra en el Blog: El Rollo y la Picota.
Un abrazo a todos
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