El pasado día 14 de enero celebramos nuestra reunión mensual en el restaurante "El Jardín", sito en calle Cañón de Málaga. Nuestro anfitrión fue el amigo y compañero Francisco de la Torre Prados, con la coordinación de nuestro también amigo y compañero José María Gómez Aracil.
En un ambiente de cordialidad y amistad, celebramos una de las reuniones más entrañables de nuestro grupo de compañeros, del Colegio de los Hermanos Maristas de Málaga, promoción del año 1957.
El acto comenzó con un aperitivo previo a la comida, cuyo menú estuvo compuesto por: entrantes, salmorejo, rabo de toro, postres, café y copa. El marco fue el salón que dispone el restaurante en la planta baja, y que está decorado con exquisito buen gusto.
A los postres, todos en pie cantamos el himno a San Marcelino de Champagnat, en recuerdo a nuestros tiempos de colegio. Después se produjeron las usuales intervenciones, que para este acto, el Decano sugirió que participásemos todos. Uno a uno, los componentes del grupo fuimos desgranando nuestras palabras, que tuvieron en general, el siguiente eje común:
En primer lugar: la satisfacción que todos sentimos por estas reuniones mensuales, que nos trasladan durante unas horas a los recuerdos de nuestra niñez y adolescencia, reuniones que no están guiadas por ningún tipo de interés ajeno a nuestros fines. En segundo lugar, el espíritu de igualdad que preside toda nuestra convivencia; por último, se puso de manifiesto, que las reuniones son esperadas con verdadera ilusión, circunstancia que nos permiten vivir la jubilación con optimismo y hacen más llevaderos los trabajos de los que aún permanecen en activo.
Las palabras de los asistentes estuvieron salpicadas de anécdotas y multitud de expresiones de buen humor. El Decano al final, cerró la ronda de intervenciones, y cedió la palabra a nuestro anfitrión: Paco de la Torre.
Sus palabras tuvieron casi el mismo contenido que las de los anteriores intervinientes. Además, señaló con claridad el ambiente de cordialidad que preside nuestras reuniones y la alegría que le produce, sentirse en un ambiente siempre bien intencionado y solidario. Hizo alusión a la potencialidad del grupo y exhortó a que nuestras experiencias fueran transmitidas a los demás.
La duración del acto le obligó a retrasar una reunión que tenía concertada, hecho, que creemos hizo con la mayor satisfacción, dado el buen ambiente que reinaba en el grupo.
Agradecemos a nuestro amigo Paco, el esfuerzo realizado por ser nuestro anfitrión y además le felicitamos tanto a él, como a José María, por la perfecta organización del acto.
Es de agradecer, que hiciera un hueco en sus múltiples obligaciones, para dedicar una parte de su tiempo, a sus amigos de la infancia. Sabemos que si pudiera asistiría a todas nuestras reuniones; así mismo conocemos los equilibrios que tiene que realizar en su agenda, las veces que acude.
En el acto se propuso a Enrique López Uralde como siguiente anfitrión, que organizará la comida en Antequera, el próximo 11 de febrero. Previamente se informará de los detalles.
Un abrazo a todos
Pandilla Zarco
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